cada día se ve que las redes sociales aportan al conocimiento facilitando el acceso a la información y permitiendo hacer participes a varias personas al mismo tiempo, creando comunidades de aprendizaje, donde se colaboran todos por compromiso mutuo de apoyarse y generar nuevos saberes, siempre y cuando esta información este bien enfocada y direccionada, pues se puede usar también para regar rápidamente una información que no genere conocimientos académicos, si no solo satisfacciones sociales.
Convirtiéndose en lo que en Colombia se cataloga como chisme, lo cual sucede cuando se busca correr rápidamente la voz de algo.
Pero esto también lo podemos utilizar como una herramienta a nuestro favor, ya que fortalece los conocimientos y genera mayor interacción debido a la interculturalidad que se puede lograr en internet.
y en ocasiones el tener tantas cuentas, hacer wikis, bloger, sites, manejar flirk, twitter, facebook, en fin logra intimidar o genera tanta presión que se considera una adicción denominda Desorden de
Adicción a Internet (IAD) que se ha venido estudiando por varios autores (Echeburúa y cols., 1998; Griffiths, 1997; Young, 1996)
Pero conociendo todo esto, manejando las redes y determinando los alcances de las mismas, dentro de una comunidad basada en el aprendizaje, se puede identificar lo individual y lo colectivo, pudiendo ofrecer al lector, o visitante satisfacción en cuanto al saber, al conocer, dando un toque individual al conocimiento, pudiendo aportar desde el conocimiento e invitando a generar nuevas ideas y conceptos.
Logrando aprendizajes significativos, que perduren no solo en la web, sino en los cerebros de aquellos que visiten esos sitios, que aporten, que generen ideas, discusiones o foros bien sea que apoyen o desmientan teorías, pues en eso se basa el conocimiento el saber compartido para buscar la verdad.
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